Cuando entras en una librería como La Central en el Raval, es difícil que no salgas con algunos libros. Uno de esos días encontré el Diccionario de cocina de Alejandro Dumas y enseguida me causó mucha curiosidad.
Diccionario de cocina de Alejandro Dumas
La primera sorpresa es conocer el interés de Dumas por la gastronomía. En ese momento, en el siglo XIX, Francia empieza a despegar con interesantes elaboraciones.
Primero te introduce con «Unas palabras al lector» donde nos hace un repaso de la historia de la gastronomía con curiosos detalles y ejemplos en un tono divertido.
La gastronomía a lo largo del tiempo
Explica como los Griegos posiblemente son los inventores de la sobremesa, las grandes comilonas de los Romanos o el descubrimiento del café como infusión a raíz de la observación de la «alegría» que mostraban unas cabras del Yemen.
Cuando accedemos al diccionario nos encontramos con entradas a los términos de alimentos, como absenta, cebolla, buey, etc. También hay entradas a términos culinarios, como cocina española, tenedor, alimento, etc. Y también encontramos términos de algún plato muy general como croquetas, sopa de cangrejo o manzanas al merengue.
En cada entrada explica algo de la historia o anécdotas y al menos una receta. Es curioso la cantidad de platos que cocinamos todavía como almendras garrapiñadas, brandada de bacalao, fondue (aunque en época era una mezcla de queso y huevo), gofres, sandwich, roast beef, etc. También hay algunos sorprendentes como ballena, café helado con menta, rana, etc.
La última entrada, al menos en esta edición, es vino, donde escribe:
«Hemos llegado a un punto tan importante de la gastronomía moderna, que nos creemos en la necesidad de abrir un paréntesis» y por supuesto, en una larga entrada ; )
Textos y platos elaborados
Se ha de decir que esta obra de Dumas es muy extensa y en esta edición han dejado las entradas que consideran más importantes para el lector actual, por ello la mayoría de recetas son fácilmente realizables en la actualidad.
Ha sido una lectura amena y muy interesante conocer la historia de la gastronomía por una persona del siglo XIX. Si os atrevéis, lo disfrutaréis.